miércoles, 16 de diciembre de 2009
TWIGGY, EL ICONO.
El mundo de la moda se caracteriza por la reinvención. Todos los años vemos en las pasarelas looks inspirados en otras épocas. El maquillaje se adapta a esos looks y se reinventa en texturas, colores y técnicas.
La moda no sólo se inspira en una época distinta a la vivida sino que también se fija en personajes concretos de otras épocas. Un ejemplo claro es Twiggy, la modelo que cambió la pasarela y los cambios en el modelaje a partir de los 60.
Su singular look aún hoy sigue inspirando a los grandes creadores de moda. Llevar el pelo rubio platino, muy corto y engominado, con raya a un lado, fue una de sus características más rompedoras, una imagen que consiguió gracias a los consejos del estilista Vidal Sassoon. En cuanto a su estilo vistiendo, siempre se recordará a esta pequeña modelo -que mide aproximadamente 1,67 metros de altura- con vestidos cortos, minifaldas de Mary Quant, gafas grandes, pestañas postizas, ojos muy maquillados y medias a la altura de las rodillas, a rayas y de llamativos colores.
Aparte de estos detalles, su físico delgado y de eterna adolescente supuso una revolución, ya que hasta entonces los cánones de belleza tenían como modelo a mujeres de cuerpos curvilíneos, como el de la mítica Marilyn Monroe. Algunas de las maniquís que décadas después han revivido este ‘estilo Twiggy’ son la británica Kate Moss y la francesa Audrey Marnay (aparte de ser mujeres de poco peso, tampoco sobrepasan el 1,70 metros de altura).
En paralelo cabe destacar que Twiggy fue un icono de los 60 al igual que Kate Moss lo fue en los 90. Ambas revolucionaron el panorama de la moda y las modelos. En su día, se hizo una sesión fotográfica con ambas que vale la pena ojear. Además, hay una curiosidad que me gustaría destacar: Ambas fueron imagen de Louis Vuitton.
Desde que fuera descubierta, ha sabido sacar partido de su fama: minúsculas muñecas que reproducen a escala su físico y su cara, una línea cosmética con su nombre. A finales de los 60, decidió retirarse del mundo de la moda. Sin embargo, siguió trabajando en el mundo del espectáculo como, por ejemplo, en el cine, donde ha alcanzado el reconocimiento internacional. De hecho, llegó a ganar, en 1971, dos Globos de Oro, como “Mejor actriz” y como “Promesa Revelación”, y en su haber cuenta con más de una veintena de películas, destacando títulos como Club Paradise (1986) y The Blues Brothers (1980).
Además, y sin dejar de sorprender, ha dejado claro que es una mujer polifacética, ya que también ha grabado varios discos y hay varios libros sobre su persona.
Twiggy sigue siendo un icono de los 60 y es necesario que nuestros alumnos se fijen en ella para inspirar sus looks sesenteros. De hecho, ponemos la imagen superior para que se hagan una idea de cómo sería una reinterpretación del estilo Twiggy y vean que sigue siendo actual.
Maquillajes de Kevyn Aucoin inspirados en Marissa Berenson y Twiggy. Publicados en su libro Más que Maquillaje.
En cuánto al maquillaje, cabe decir que es característico de esta época los ojos maquillados al estilo muñeca, con pestañas marcadas y ojos agrandados y redondos. La utilizazación de lápices negros de ojos marcando la línea que spara el párpado móvil del arco de la ceja. También destaca la utilización de pestañas postizas, o dibujadas con lapiz negro, exagerando la mirada. Otro icono de esta época en que vale la pena fijarse por su utlización del maquillaje es Marissa Berenson. Podíamos halar durante horas de los colores que se utilizan en estos maquillajes, de las técnicas y de las frmas, pero dicen que una imagen vale más que mil palabras así que os adjunto muchas imagenes...
Una cosilla más: Gspard Yurkievich se inpiró en Twiggy para el maquillaje de su desfile en Paris de Otoño-Invierno 2009. Os dejo dos fotos de esos maquillajes para que véais una reinterpretación en moda de esas características... ¡A disfrutar!
Texto en cursiva procedente de Wikipedia.
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